La Batalla de Stalingrado.

A principios del verano de 1942, las operaciones en el Frente Oriental se desarrollaron de modo desfavorable para las tropas soviéticas. El principal grupo de choque de ejércitos fascistas, que empezó la ofensiva en un tramo de 800 kilómetros , en el otoño operaba ya en un frente de 2400 kilómetros. En la dirección de Stalingrado había penetrado a una profundidad de 650Km, y en la dirección del Cáucaso, a 1000 kilómetros.

Desde mediados de julio de 1942 en la dirección de Stalingrado se liberaban combates encarnizados. Perdiendo cientos de miles de soldados en cuatro meses de avance, las tropas fascistas, no obstante, lograron abrirse paso y llegar hasta Stalingrado (actual ciudad de Volgogrado). 

La contraofensiva de las tropas soviéticas, emprendida el 19 de noviembre de 1942, cerró cuatro días después el cerco en que resultaron copadas 22 divisiones alemanas, más de 160 unidades especiales del 6º ejército y, parcialmente, del 4º Ejército acorazado, que sumaban un total de 330 mil soldados. Los intentos del Mando hitleriano de socorrer la las tropas cercadas no tuvieron éxito. El 2 de febrero de 1943 capitularon las últimas unidades fascistas que habían caído en el cerco y oponían resistencia.

En los doscientos días de la Batalla de Stalingrado, los fascistas perdieron, entre heridos, muertos, prisioneros y desaparecidos, cerca de 1.5 millones de personas, incluidos 2500 oficiales y 24 generales. La Wehrnatch perdió 32 divisiones y  3 brigadas, mientras que a otras 16 fivisiones les fue asestada una dura derrota. En la Batalla de Stalingrado las tropas soviéticas arrollaron cinco ejércitos enemigos: dos alemanes, dos rumanos y uno italiano.

La Victoria en Stalingrado marcó el comienzo de un viraje radical tanto en el desarrollo de la gran guerra patria del pueblo Soviético como en toda la segunda Guerra Mundial. Como resultado de ese Triunfo, la Wehrmacht perdió la iniciativa estratégica, que pasó a manos de las tropas Soviéticas y que ellas mantuvieron hasta el fin de la guerra.